La realidad es que la universidad no requiere demasiada información para decidir si eres o no un buen candidato para ser aceptado en su institución. Una gran cantidad de la información recopilada en las solicitudes de ingreso a la universidad dejará sitio a varios departamentos federales y estatales y terminará en informes que se utilizarán por las oficinas gubernamentales, fabricantes, productoras y empresas minoristas para predecir mejor lo que deseas, cuando lo quieres y cuánto podrás pagar por ello.
Alguna vez te detuviste a pensar cuando comenzaste a recibir docenas de cartas de universidades que te animaban a visitar sus campus. Probablemente fue unas semanas después de que rindieras un examen de ingreso, de práctica o real, no importa. Aquel resultado te identificó como un posible candidato para las universidades que te escribieron. La solicitud de ingreso a la universidad funciona de la misma manera. Mientras te acercas a tus últimos años de secundaria, los microscopios utilizados por las universidades comenzarán a enfocarse con mayor agudeza en tu desempeño académico, se promocionarán a sí mismas hacia los candidatos más aptos.
Las universidades conocerán tus capacidades de prueba. Lo que requerirán es información acerca de que tan bien compites con tus pares, tu rango en clase y tu promedio general. También querrán saber qué crees, qué tan duro trabajas, si eres perezoso o curioso… Estas preguntas son respondidas a través de esfuerzos de voluntad, ensayos, participación en organizaciones, actividades de liderazgo y cartas de recomendación. Toda otra información sobre tus padres, ganancias, domicilio, identidad étnica, hogar, escuela privada o pública o similar se utiliza para generar algún tipo de informe e incluso tal vez completar la investigación de posgrado de alguien.
En definitiva esto no importará demasiado. Una vez que surge un interrogante en la solicitud, básicamente deberás responderlo o arriesgarte a estar en la lista de espera o a un rotundo rechazo. Simplemente entiende que la pregunta está allí por una razón ya sea que tenga o no que ver con la decisión que la universidad tiene tomar acerca de tu solicitud.